La noticia desgraciadamente ya fue confirmada de forma oficial con un escueto y lamentable comunicado "no sufrió", hombre, faltaría más!...
Este precioso perro, ha sido asesinado por la Consejería de Sanidad de Madrid, y decimos asesinado, ya que no le practicaron siquiera la prueba para comprobar que efectivamente su dueña, Teresa Romero, le hubiese contagiado el virus del ébola.
A pesar del llamamiento de las asociaciones de protección de los animales, y del propio marido de la auxiliar de enfermería, Javier Limón, finalmente fue ejecutado en la vivienda familiar.
Ni una sola prueba de que Excalibur tenía en su interior el maldito virus, ni un solo indicio, nada de nada, pero a pesar de esto, algún iluminado decidió asesinarle sin sentido alguno, cuando incluso podría haber servido para estudios científicos para encontrar de una maldita vez, algún medicamento que pare el daño inminente que produce el ébola, cuando penetra en el interior de los seres humanos.
Esto es el resultado, de una mala enseñanza en los colegios españoles, sobre el tema del respeto a los animales, ya que esto en cualquier otro país civilizado que se precie, nunca hubiera sucedido. Nadie se ha preocupado nunca, de poner una asignatura que trate el respeto hacia los animales, de este modo conseguiríamos que esos niños cuando fuesen mayores, respetaran a los animales, y no los trataran como han hecho con Excalibur.
Ahora solo esperamos, que alguien denuncie a esta gente, por haber asesinado a un animal de compañía, algo que la ley de nuestro país prohíbe, y lo tipifica como delito.
Descanse en Paz Excalibur.
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