Michal Mackowiak el padre de la familia, era un gran aficionado a la fotografía, y casi fotografiaba todo aquello que se movía. Últimamente se estaba aficionando a la moda del "selfie", ya sabéis, hacerse una autofoto.
Él, su mujer Hania, y sus dos hijos pequeños, tenían un sueño... inmortalizar una imagen de ellos, con un fondo espectacular como lo es el acantilado de Cabo da Roca, en Sintra, Portugal. Sin embargo lo que comenzó como un sueño, acabó convertido en una dramática tragedia.
El matrimonio el cual llevaba una vida envidiable, se acercó tanto al abismo que desgraciadamente perdieron el equilibrio, y cayeron al vacío. La muerte fue "inmortalizada" por la cámara de Michal, donde solo se veía de fondo un precioso cielo azul.
Hay que comentar que se saltaron todas las medidas de seguridad, bien indicadas en el lugar, por lo que la muerte fue no solo accidental, si no totalmente por imprudencia.
Los pequeños que no estaban afortunadamente haciéndose la foto, estaban presentes en el momento del suceso, lo que provocó que ambos comenzaran a gritar, y dos turistas españoles que estaban por la zona, alertaron a la policía portuguesa para que se personaran allí. Los cadáveres del matrimonio, aparecieron a la mañana siguiente en el agua.
Sin duda una tristísima noticia, sobre todo por los pequeños que han quedado huérfanos para siempre...
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| Lugar exacto del suceso |
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